Proyecto realizado en co-autoría con la arquitecta Mari Girardi, en una colina a las afueras de la ciudad, para una pareja joven que acababa de tener dos gemelos.
El cliente necesitaba una casa amplia y con mucho jardín de juego para su nueva familia. Además disponía de un presupuesto ajustado y tendría que financiar la construcción con ayuda de un préstamo bancario.
Atender las expectativas del cliente fue un desafío porque el terreno que había comprado en ladera tenía unas vistas maravillas, pero demandaba un gasto mayor en la adaptación del terreno para la construcción de la casa.
Se propone así una casa relativamente compacta ubicada en en punto más alto del terreno, que fue aterrazado, y abierta a la mejor orientación, tanto por las vistas como por el soleamiento. En la planta baja este terreno ya escalonado nos permitió ampliar las estancias de convivencia con una gran terraza abierta al paisaje y que se ha convertido en el patio de juego de los niños a la vista de sus padres cuando están en el salón.
Proyecto y dirección de obra: Mari Girardi y Alejandro Ortiz
Ingeniero Civil: Maria Helena Giacomazzi
Construcción: Odir Construções