Casa proyectada para una pareja joven con dos niñas pequeñas.
Se trata de una vivienda en una urbanización residencial a las afueras de la ciudad donde los materiales naturales como la piedra y la madera se hacen presente tanto dentro como fuera de ella.
Un proyecto cuya arquitectura busca encontrar el equilibrio entre las referencias tradicionales de los tejados inclinados y el lenguaje formal y constructivo moderno de líneas rectas y estructuras metálicas.
Proyecto y dirección de obra: Henrique Pimont y Alejandro Ortiz (Pimont Arquitetura)
Equipo de proyecto: Fabiola Pimont y Mirela Moser